jueves, 29 de mayo de 2008

Cadáver exquisito #5

Susurros iban y venían, la brisa silbaba como Juan Luis Guerra.

-Te extraño, te extraño, en fin… ya no estás, olvídame.

Y ahí fue cuando me dijo: “la gente de los ojos verdes ve todo mas oscuro”

-C`est la bon, dije.

No y no, nunca aceptaré lo que es, el siempre será mío.

Basta de rodeos y excusas, la cama es el destino final de la noche.

¿Quién duda de mi?,

me lo comí todo, era yo quien necesitaba chocolate.

El bombillo de mi cuarto exploto y ¡JAH!

¿Para qué un gusto si voy a morir?, prefiero recuerdos que alimenten el alma y me lleven al cielo.

Me canse de solo admirar su cuerpo. Arriesgue todo y me atreví a tocarlo,

tengo que decírtelo ahora o moriré de tristeza,

la nostalgia es mal educada.

Así quede, desnuda, sin ninguna respuesta de él.

No me des un respiro, déjame un aliento, y, al menos, regálame tu aroma que me da vida.

El sexo, el sexo fue fabuloso, pero la necesidad de algo más es imperante.

Le dije: acércate, yo no como.

¿Cómo llegue hasta aqui?, no me di cuenta,

una mirada torpe y fugaz me cautivó,

así feliz me voy, hice lo que pude y me llevo lo que me toca.

Un último orgasmo, igual al de anoche es lo único que pido.

Tengo ganas de calentarme, voy a prender la chimenea,

definitivamente luego de todo esto necesito un psicólogo.

jueves, 15 de mayo de 2008

Cadáver exquisito #4

Todos los viernes finalizaban de la misma forma…

Sí, es el magazine informativo al aire libre.

El mundo cayó sobre mí cuando lo vi venir,

salió corriendo, se había caído del camello

porque esa gente parecen pajaritos chillones que no paran de cantar,

el chico rockero cautivó mi atención: ¡lo amo!, grite,

la cabeza le daba vueltas

y se puso su ganchito rosado con púas

(con mi burrito sabanero : )… ¡ah no!, es un perro),

todo se redujo a cenizas, vasos vacíos y silencio,

parecía un mono jugando con su cola

(¡me encanta el chocolate! mmm)

pero nunca dejaba de sorprenderte,

saqué las perlas rosadas de la gaveta y se las regalé, eran las mas bonitas del mundo,

tomó la varita mágica y se fue volando hasta el infinito,

se fue sin importarle lo que quedaba en aquella mesa,

se lo llevó el viento y mas nunca volvió,

me da miedo no verte, me aburre no tenerte.

Las sandalias comenzaron a caminar por si mismas,

pero rastros son rastros, la vida sigue.

sábado, 10 de mayo de 2008

Cadáver exquisito # 3

Se sentó y recordó su infancia, se asomó una sonrisa en su rostro,

como fume ese día , quería un beso, de él.

A la vuelta de la esquina se encontraba un anciano moribundo,

cuando me levanté me di cuenta que tenía un pizza en el culo,

ahí grito, nadie lo pudo callar, estaba molesto;

no me parece que haya hecho eso.

Y felizmente la cama conservó sus cuatros patas.

Muchos creyeron que estaba muerto, pero de pronto abrió los ojos y mordió sus dedos,

el techo comenzó a desplomarse,

en la espera, el celular rojo titilaba, como un faro titila en la orilla del mar,

el olor a pescado era desagradable, tenía hambre,

me pregunto ¿Cómo me gustaba?

quería estar sola, estaba cansada de los ruidos de la ciudad,

las ganas, como me tientan hoy día.

Y es que así, la ignorancia es una bendición.

jueves, 8 de mayo de 2008

Cadáver exquisito # 2

Se levantó con ganas de llorar pero no importó,

las hormigas se comieron el chocolate.

“la vida es efímera” dijo Tolomeo cuando vio que Frufru leía “el principito”;

y lo vi sin camisa y me abalancé sobre él,

lo vio y basto para saberlo,

pues estaba ahí ¿cómo iba a saberlo?,

y un ratón con cola de caballo asustó a Chucho,

tenía mucho miedo, pero él por fin me besó,

las manos le temblaban, los pies como pegados al suelo,

y el sol los extraño tanto, ya tengo frió,

¡BAM! Explotó algo a lo lejos y el olor a pólvora con excremento inundó el ambiente,

lo toque y sonrió.

Nunca supe lo que pensaba, no sé si era miedo o simple rechazo;

estoy lejos de casa, los árboles son feos,

y leyendo Harry Potter y el Misterio del Príncipe; James se suicidó con una pinza de cejas,

y bajo la lluvia me puse a pensar… ¿qué mas da?

Y fue ahí cuando dijo que nunca se iría,

tantas cosas han pasado, pero todavía extraño mi chocolate;

pero los patos asesinos no pudieron con los gatos karatecas.

Me paré de cabeza y se me cayó el cabello,

cerró los ojos, esperando que así todo terminara.

Cadáver exquisito # 1

Ese día llovió sin parar, de todas las formas que pueden llover.

Salió corriendo, estaban por todos lados, se movían, me miraban

y de la nada apareció un manatí de saturno,

metió los pies en el lodo,

es como un circulo vicioso, siempre se vuelve al mismo punto.

Mi mano morada y dura, los ladrillos anaranjados.

El cielo se oscureció y las ardillas salieron a ver,

los perros miraban la luna y movían la cola,

y su corazón latía cada vez más fuerte, ya no podía pensar.

La poceta blanca era más bonita que ella,

sin embargo, levemente, escupió a su padre por haberle puesto ese nombre;

el mundo gira y yo pensaba en él.